Las condiciones climáticas se muestran favorables para la siembra de la soja y del maíz, cultivos que, además, se ven beneficiados por la baja en las retenciones, en el caso del primero, y la eliminación del impuesto a las exportaciones, para el segundo. Sin embargo, se espera que el poroto ocupe una superficie importante en la campaña de este año en la región, según estimaron Oscar Niceforo Vizgarra, coordinador del proyecto legumbres secas de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), y Clara Espeche, técnica de dicho programa.

Esta expectativa se sustenta en el hecho de que Brasil, principal consumidor e importador de nuestros porotos, en la última cosecha (la zafra del agua, en el mes de diciembre) fue perjudicado por las precipitaciones, lo que causó un deterioro del grano cosechado; mientras que en otros casos no se pudo ni siquiera cosechar, por lo que es de esperar que sea un firme comprador de porotos negros provenientes de la Argentina, especifica el informe. Por este motivo, se espera que la superficie sembrada con poroto negro en Tucumán y zonas de influencia se asimile a la de la campaña 2015.

El control de malezas en el barbecho es muy importante. En este sentido, los profesionales recomiendan hacer el control de latifoliadas, que nacen con las primeras lluvias, mediante la aplicación de 2,4 D sal amina, sola o en mezcla con fluroxypyr. Se aconseja repetir la operación un mes antes de la siembra. Una vez emergido el cultivo, las malezas latifoliadas se controlan con fomesafen en dosis de 300 - 400 cc/ha. En el caso de las gramíneas, se recomienda aplicar cualquier graminicida.

Al momento de la siembra, se deben tener en cuenta una serie de factores. El primero de ellos es la elección del tipo de poroto y la variedad. Si bien en nuestra zona predomina el poroto negro, se pueden adaptar también otros colores como los rojos claros y oscuros, principalmente en zonas del este de Tucumán y oeste de Santiago del Estero. Entre las variedades más recomendadas de poroto negro figuran Leales 15 de ciclo largo; TUC 510 de ciclo intermedio (90-95 días a cosecha); TUC 300 de ciclo corto (75 días a cosecha) importante en el manejo de siembras tardías (15 de febrero en adelante) y JEO de buena adaptación en el NOA.

Según los expertos, es importante que la semilla sea de buena calidad, ya que la mayoría de las enfermedades se transmiten por medio de ella; con buen poder germinativo (alrededor del 90%).

La fecha óptima de siembra en nuestra zona está comprendida entre los últimos días de enero hasta mediados de febrero. Hacerlo antes de esa época es perjudicial por las altas temperaturas y si la siembra se hace más tarde es riesgoso por posibles heladas tempranas, que puedan perjudicar al cultivo en momento de llenado de grano. La distancia de siembra recomendada para la mayoría de los casos es 0,52 metro, a una profundidad de 5-6 centímetros, dependiendo de la localización de la humedad en los primeros centímetros del suelo. Se debe curar la semilla con insecticidas para el control de la mosca blanca (Bemisia tabaci), siendo los más usados imidacloprid, tiametoxan y mospilan. Esta es una de las plagas más importantes del cultivo, que debe ser protegido en los primeros días de ciclo, ya que transmite los virus que ocasionan el mosaico dorado y el mosaico enano.

Otras plagas importantes son elasmospalpus, orugas y picudos, los cuales tienen (al igual que la mosca blanca) una gran incidencia en períodos secos, para su control se recomienda algunas alternativas como fipronil y rymaxypyr.

También está el acaro blanco, que se favorece con períodos húmedos, en momento de fructificación, y que se controla con el uso de abamectina en dosis de 250 cc/ha.